En el año 1945, el arte comenzó a buscar inspiración fuera de las corrientes más academicistas acuñando el nombre de Art Brut para toda expresión artística que bordeara las fronteras de la cultura oficial y sus instituciones. Esta expresión de nuevo cuño, literalmente arte en bruto, fue creación del pintor y escultor francés Jean Dubuffet. Con ella quiso enmarcar a los artistas no profesionales que no se veían influenciados por las reglas estéticas establecidas.

El art brut, también conocido como arte marginal, encontraba el epicentro de su expresión en la pintura, o cualquier manifestación artística, realizada por los internos de hospitales psiquiátricos. Para Dubuffet estos artistas marginales explotaban su labor creativa como respuesta únicamente a una motivación interior, sin tener en cuenta el negocio del arte.

El art-brut nació, por tanto, de la creencia de Dubuffet de que todo ser humano posee un potencial creativo que la existencia de reglas y normas sociales tiende a anular. Quiso poner en valor a todo pintor novel inadaptado, solitario y autodidacta. El concepto inglés outsider art, además del arte hecho por enfermos mentales, también engloba toda muestra artística que huya de las convenciones institucionales.

El artista marginal trabaja sin preocupación, desinformado y haciendo caso omiso a las expectativas ajenas. Así, Dubuffet recogió ejemplos desde 1945 hasta 1967 cuando tuvo lugar la primera exposición de Art Brut en el Museo de las Artes Decorativas de París, hito que lo introdujo en galerias de arte.